domingo, 1 de septiembre de 2019

Haiku 2







Espejos que son 
milímetros cúbicos
en plata de río. 


viernes, 30 de agosto de 2019

Haiku 1


En cada bruma
rebrota ,hiriente, 
el feo invierno.



Fotografía: Paisaje Soñado de  Ismael Vicente Barbe


martes, 27 de agosto de 2019

MÓmento


Vientos purpúreos
se rompen como olas
en tus pestañas.

De mandarina
es esa parábola
de tu sonrisa.

Y emplumados
son los bellos ocasos
que vuelan con tus palabras.








miércoles, 1 de noviembre de 2017

De culpas rotas

Sanchos sin burro bombardean, con espinas de cardo y dichos populares, mi conciencia.

Vomitan su desprecio en frases hechas para desentenderse de una odisea que creen no haber elegido.

La culpa se solidificó hasta el hastío,
y cuando había conseguido sentirse pétrea, casi férrea,
se quebró en infinitas esquirlas de cristal.

Dejó un espantoso charco de sangre
en el suelo de la mirada,
pero también curó la migraña producida por  esta inmensa soledad que nunca he elegido.

domingo, 30 de octubre de 2016

Entre naturaleza vehemente





¡¡Violentas al viento, niña!!
¡¡Violentas al viento!!!
Que entre las hebras de tu pelo
baila y juega tan contento.


¡¡Violentas al agua, niña!! 
¡¡Violentas al agua!!
Que desaparece entre tus labios
para retornar en tus lágrimas.


¡¡Violentas a la tierra, niña!!
¡¡Violentas a la tierra!!
Que se enciende de flores
para que no seas la mas bella.


¡¡Violentas al fuego, muchacha!! 
¡¡Violentas al fuego!!
Que entre tus pálidas piernas,
encarnado, custodia su fuero.



Obviando su trasfondo ideológico; olvidando que era una de las posesiones  favoritas de Hitler y pasando del hecho de que su autor fuese amigo personal de éste. El tríptico  “los cuatro elementos” de Adolf Ziegler me parece fascinante , tanto por su impresionante calidad pictórica como por su fuerza simbólica. 


--------------------------------------------- ---------------- Gracias por poner la voz, Hermano Autógeno, ha quedado sublime ---------------


martes, 20 de octubre de 2015

Estudio oceanográfico de tus vísceras




Presumes, vanidosa, de que tu "sin rumbo";

nómada en la inmensidad del océano,

ahora discurre a voluntad del viento.


Pero te observo, te conozco, y lo único que leo

es un triste velero roto; solitario y extraviado; 

 que flota a la deriva, en busca de algún puerto.


(No vuelvas por aquí; en esta ensenada no volverás a tomar amarras.) 



Grabado de Darrel Perkins

lunes, 19 de octubre de 2015

La lista de lo que me queda.




Imágenes que dibujamos eternas. 

Papeles llenos de espirales turbias. 

Fotos fantasmagóricas de nuestros genitales.

También muchos regalos que de nada me valen.

Algunos buenos momentos.
Algunos malos instantes.
(Actualmente bastantes)



Documentos de Word llenos de ideas y transacciones;

mensajes de WhatsApp con diversos gustos y colores;

intensos SMS llenos de vilezas, también de bondades;

epístolas en Facebook contando pecados impronunciables ;

correos electrónicos dulces, amargos, agrios o picantes.

Un reguero de sonrisas, quejas, confesiones y besos digitales...

(Y otras ciertas cosas que no se nombran porque son ilegales) 



También...curiosidad por saber quién eres realmente.

Pero sobre todo: esta profunda y triste desazón,
impregnando mi memoria desde tu jodida traición;
al insultarme y huir sin dar la cara; conscientemente.



Estas son las huellas  con las que has taladrado el sendero 

que sirve a las hadas malvadas como salida de mi corazón.

Aunque (¡¡ALELUYA!!) no te has olvidado en ningún agujero:

restos de barro, mierda, uñas, costras o vestigios infinitos 

...de ninguna canción. 






sábado, 17 de octubre de 2015

De oro y cicatrices


Desde tus ojos, un abismo sin esquinas 
ni pasillos embarrados por el hastío
se expande entre la conversación,
con temperamento arborescente.

La melancolía de mundos paralelos 
se deja escuchar en lo que no comentas;
en esa fiesta de destellos áureos
que acarician tu aliento silencioso.

Me gusta elevarme sometido 
a ese ágil aleteo de tus manos
cuando estas entregada al verbo; 
es como flotar desnudo
dentro de un espejo sin contorno
donde el tiempo no existe. 

Esa mirada consternada por la timidez
se alza hacia las nubes del suelo,
buscando un rincón entre las baldosas
para intentar protegerse del ruido. 
Entonces la ternura, narcótica e invasiva, 
se adueña de mi “Sancta Sanctorum”;
capilla frágil de quimérico estoicismo. 

Así que, entre trago y trago, te susurro que...

Tu ansiedad es el canto de un gallo cuando el sol se despereza,
el grito incómodo que despierta tu alma para embellecerla;
tu tristeza, la amarga fuente de sangre que sacia la sed...
en las incursiones que hace el crepúsculo sobre la pared de tu cuarto;
tu miedo, la empuñadura de un Kalashnikov (estampado con motivos inciertos)
que dispara semillas de musgo contra el muro seco de los deseos sin corresponder;
tu caos, los cimientos desbocados de una templanza que aún está por llegar. 

Y tu piel, quizás, un océano en el que naufragar alguna de estas noches,
abrazado con fuerza al mástil  roto de un barco pirata 
que ayer fue un bosque de cerezos.






Es  imposible medir mi pasión por la vida y obra de la pintora Remedios Varo. 
Llegó a mi existencia  de noche,  en un teatro mexicano, enviada por la luna.
Y desde entonces la he amado tanto o más que algunas de mis compañeras.
"El Flautista"(1955)  tiene un poder místico muy especial. 


  




Modus Operandi



Seducción bajo Modus Operandi;
anatema crónico de luna estival.

El blues no es para vampiresas;
mezclado con sangre las puede matar.

Las lágrimas no desaparecen; 
como mucho se transforman, nada más.

Y los colmillos se acaban picando,
corroídos de masticar realidad.

 Además... amar sin reflejo en el espejo
es encapricharse, no es amar.



Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, 
significa que tarde o temprano tendrás que volver a tu pasado.
Con el tiempo te das cuenta de que si estas a lado de esa persona 

solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla...
"Con el tiempo uno aprende”, 
Veronica A. Shoffstall

Sin pedir permiso



Hace meses que, de vez en cuando, cuelgo por Facebook alguna alusión sobre una de las novelas que más me ha emocionado este último año.

Novela en la que, además, he tenido la inmensa suerte de colaborar currándome el  diseño de portada, para la que construí con acierto, un amalgama de imágenes que sintetizan de forma certera el maravilloso mundo que Conchi Moya describe.


"Sin pedir permiso" es un libro que va a hacer temblar de placentera nostalgia la memoria de muchos (yo, que he tenido la suerte de leerlo ya, entre ellos) que fuimos adolescentes o jóvenes  en los 90 y que vivimos las causas, efectos y consecuencias de aquello que se denómino por parte del mainstream (y de Douglas Coupland)  Generación X (aunque el término nace en los años 50 acuñado por el famoso fotógrafo Robert Capa).


Si tenéis entre 35 y 50 años, fuisteis grunges , alternativos o antisistema en esa década, os lo aconsejo fervientemente, va a emocionaros hasta la saciedad.


Si tenéis más años o vuestro rollo no era el Underground, también os lo recomiendo porque tiene una preciosa historia de amor (sin ñoñeria ni empalago) como leitmotiv. Y es una buena razón para, independientemente de haber vivido o no esa época desde el paradigma que se trata en el libro, disfrutar de él.


Y si eres más joven, pues que te voy a decir... siempre es bueno conocer lo que nos precede, lo que las generaciones anteriores han dejado con sus actos en nuestro propio crecimiento cultural e intelectual, y este libro desnuda bastante bien lo que ocurrió en ese tiempo, enfocado en Madrid pero que se hace  extrapolable a cualquier ciudad o pueblo de, por lo menos, una cuarta parte del mundo.



Artwork by Marino Masazucra

Gracias Conchi, siempre es un placer trabajar contigo.

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