PASEANDO POR JARDINES DE NIEVE JAPONESES

Las dos figuras, transparentes e intangibles, y el fondo, cada vez más difuso en la oscuridad creciente del crepúsculo, se fundían en una atmósfera ajena a este mundo. Cuando una mínima variación en las montañas lejanas se sobreimprimía al rostro de la muchacha, Shimamura sentía una turbación de inexpresable belleza en el pecho. En el cielo aún se veían restos rojos del atardecer. Todo contorno individual se perdía en la distancia, el monótono paisaje de la montaña se hacía aún más vago a medida que se apagaban los últimos restos de color. Nada atraía la mirada, sólo quedaba dejarse llevar por esa amplia emoción si forma, suscitada por el rostro de la muchacha flotando en el cristal.

Con esta emocionante y bella descripción de un momento de contemplación en un tren nocturno; un momento precioso de comunicación entre el protagonista y el reflejo de una joven en la ventana ; De esos que estan mucho más allá de lo meramente visual o de lo pretencioso; Yasunari Kawabata nos abre la puerta de su “País de nieve” y de su mundo. Un mundo contaminado por una narrativa influenciada claramente por la literatura de vanguardia occidental de la primera mitad del siglo XX,pero tamizada y decorada por la sensibilidad y el cuidadoso hacer que distingue a la cultura japonesa.

La primera vez que me surmegí en estas líneas, al igual que al protagonista ( o antagonista como dice Juan Forn en su intro) sentí una turbación de inexpresable belleza en el pecho, que no decayo y no ceso de producirme intermitentes y agradables descargar electricas en el estomago, mientras buceaba dentro del océano de imágenes impreso que resulta ser el resto de páginas que conforman la novela.

Por eso os invito a que la leáis, especialmente a aquellos que se encuentren atascados en un desagradable EXCESO de nihilismo y/o ansiedad existencial; Enfermedades del alma, el tiempo y el pensamiento que suelen ir unidas a una grave carencia de sensibilidad frente a la belleza de las pequeñas cosas y, a mi parecer, alejan el alma peligrosamente de esos escasos momentos de felicidad que nos corresponden por estar vivos.


Si acaso os interesa leerlo, os aconsejo (sobre todo a aquell@s de Ciudad Real) que se lo pidáis a mi librera favorita y así, ademas os lleváis una bonita sonrisa como añadido al libro....:).........uncuartopropio